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Afortunadamente hoy ya son muchos los vendedores a los que, si les preguntas por su riesgo de cartera, contestarán adecuadamente. Desgraciadamente, son muchos más los que piensan que eso es lo que deben controlar porque es lo que los clientes «le deben a la empresa».
Estos vendedores son los que se quejan cuando pierden un cliente de los importantes y, lejos de tener prevista esta contingencia, se quejan de que la empresa no ha hecho todo lo posible y de que su bolsillo se va a ver atacado a final de mes y para los restos.
Los otros vendedores, aquellos que si que saben lo que es el riesgo de cartera, trabajan regularmente para conseguir mantenerlo en valores controlables, de modo que si pierden un cliente de los importantes, ya tienen previsto otro de repuesto que lo sustituirá, o su pérdida será paliada por la suma de sus otros clientes importantes.
Por sí algún vendedor todavía no lo sabe, el «riesgo de cartera» es la dependencia que las carteras comerciales tienen en pocos clientes.
Pero, ¿cómo controlarlo?
Lo primero que hay que hacer es clasificar los clientes según su «peso» dentro de la cartera; la clasificación es por las letras ABC.
Los clientes A son aquellos que aportan una facturación cercana al 50% del total de la facturación; los B son los que complementan hasta el 80-85%, y los C son los restantes.
Según la conocida Ley de Pareto, el 80% de la facturación se realiza con el 20% de los clientes. Esta es una ley que se cumple invariablemente, y que se cumple más cuanto mayor sea el número estadístico que estudiamos, en este caso el número de clientes.
Según esto, queda claro que controlando exhaustivamente al 20% de los clientes , por supuesto los que más nos aportan, estaremos controlando prácticamente toda la facturación o las ventas. Pero, !ATENCION!, ¿ qué sucede si ese 20% se realizada con un bajo número de clientes?, o, lo que es peor, ¿qué sucede si,por ejemplo, el 50% de las ventas se realiza con 3 o 4 clientes? ( por desgracia esto es más habitual de lo que parece); sucede que, si se pierde uno de esos clientes, se habrá perdido una gran parte de la facturación. Aquí está la «Bestia Negra», esto es el riesgo de cartera.
Una vez tenemos consciencia de esta situación, la solución es muy «fácil», sólo hay que trabajar desde el primer momento( o sea, siempre) en la creación y potenciación de clientes que nos mantengan el riesgo en un nivel bajo, para que, en caso de pérdidas de algún cliente importante, las consecuencias no sean desastrosas o , más bien, no sean significativas.
Y tu, ¿Quieres vender?
José A. Navarro
www.nnconsultores.com

En marketing y ventas debemos entender la palabra «REVOLUCIÓN» como aquel o aquellos hechos que suponen un cambio radical en la situación establecida , el «status quo», haciendo que la situación se dirija hacia otro status, generalmente más provechoso o más evolucionado para los integrantes del grupo, empresa, país o sociedad en el que este cambio sucede.
Asi , nos encontramos con las diferentes revoluciones industriales, de las que hoy parece ser que estamos inmersos en la tercera en la cual el protagonismo ya no lo tienen las máquinas ni los procesos industriales para conseguir mayores cantidades de bienes de los que puedan disfrutar la sociedad,  sino que este protagonismo esta centrado en las empresas o en los aspectos políticos, como medio para que los integrantes de la sociedad alcancen el máximo de bienestar.
Del mismo modo que en las anteriores etapas, las revoluciones no se dan por igual en todos los países, puesto que todavía existen países o regiones en el mundo que ni siquiera han llegado a la segunda revolución industrial, y de la primera sólo tienen algunos retazos. También es cierto que la interconexión mundial hace que cada día esta brecha sea más fácil de salvar y que estos países tarden menos en acceder a los beneficios que ya tienen los países más desarrollados.
Pero no sólo podemos hablar de revolución en el sentido estricto «INDUSTRIAL», también existen otras revoluciones, a menudo ligadas a la anterior,pero que, en sí mismas , suponen una revolución independiente. Podemos hablar en este caso de las diferentes revoluciones del marketing o, por centrarlo algo más, en las revoluciones de la información aplicada a las ventas.
En este apartado de la vida comercial nos encontramos con actuaciones que han ido desde los anuncios en los panfletos o en los periódicos , a las campañas de televisión, a la generación de mensajes con «alma», o a la creación  y desarrollo de las marcas como elemento diferenciador. Hoy nos encontramos con la «REVOLUCIÓN DE LAS REDES SOCIALES» a la vez que continuamos trabajando en la » MARCA PERSONAL».
Hoy debemos plantearnos no sólo una campaña de redes sociales , sino una campaña de «MULTICANALIDAD» en la cual entendamos que al cliente le debemos llegar con un mensaje uniforme en todos los contactos, en todos los canales, siempre que interactuemos con el , para conocer en que canal estamos teniendo más éxito, o por que canal quiere el cliente tener noticias nuestras.
De nuevo esta revolución no esta teniendo el mismo impacto en todos los países, puesto que no todos los países tienen el mismo «status quo», pero si que estamos todos más cerca y con mejores y mayores posibilidades de acceder a las tecnologías y conocimientos actuales.
Y tu, ¿En qué REVOLUCION crees que estamos?
Jose A. Navarro.
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En algunas de mis entradas anteriores ya he tratado la relación entre la venta personal y la venta on line. Para mi es claro que la venta on line debe seguir los mismos pasos que la venta personal, porque al final, es una venta propiciada por personas para satisfacer necesidades de personas; en la mayoría de los casos, por empresas para satisfacer a otras empresas o a otras personas, o a ambos.
Desde este punto de vista, mi planteamiento es que la estrategia a seguir en el canal on line debe seguir el mismo planteamiento que la planificación de estrategias generales, también porque una estrategia on líne deberá estar incluida en una estrategia global.
Según la inmensa mayoría de «gurus» dl management, las estrategias pueden ser de tres tipos básicamente; de liderazgo en costes, de diferenciación o de diversificación.
Por tanto, una estrategia on line también debe escoger y seguir una de estas estrategias, y para hacerlo deberá estudiar, al menos, el mercado, y decidir como se quiere dirigir a el según estas estrategias. Todo ello sin dejar de trabajar en el conocimiento de los clientes a conseguir, «el target»; como se va a comportar en la compra , y cual o cuales son los determinantes de compra que utilizara, en lo que supone un estudio de mercado lo más completo posible en función de las posibilidades de la empresa. Por supuesto que un mayor presupuesto no es sinónimo de éxito, pero seguro que ayudara.
Recordar que existen muchas tiendas on line y que otras tantas no tienen el éxito esperado. Del mismo modo que existen muchas empresas y que la inmensa mayoría tampoco obtienen el éxito que desearían. Quizás la pregunta sea ¿ han planteado y seguido un estrategia?, ¿ es acorde con lo que persiguen?
La moraleja es que , para que un proyecto funcione, sea off líne o sea on line, hay que dedicarle mucho tiempo, esfuerzo y organización.
Y tu, ¿Quieres vender? ¿On line?
José A. Navarro
www.nnconsultores.com

De forma recurrente me vengo encontrando con que algunos clientes me manifiestan las dificultades que encuentran cada día a la hora de conseguir mayores cuotas de mercado.

Digo mayores cuotas de mercado, y no más ventas, porque lo uno no puede ir sin lo otro, y porque lo verdaderamente importante es la cuota de mercado, el trozo de pastel «que me toca».

En efecto, si hablamos de mayores ventas , nos podemos encontrar con que hemos vendido, por ejemplo, un 5% más que el año anterior pero si el mercado se hubiera incrementado en un 10% , habríamos perdido algo más del 5% de cuenta mercado, o sea, seríamos menos importantes y menos competitivos.

En sentido contrario, y esto es algo que ha sucedido y viene sucediendo de unos años a esta parte, podemos haber perdido ventas, por ejemplo un 3% menos, y sin embargo haber incrementado nuestra cuota de mercado, en el caso de que el valor del mercado hubiera descendido otro 10%. O sea, nos habría tocado una parte mayor del pastel. He aquí la importancia de no medir sólo los resultados por incremento de facturación , sino hacerlo también, mejor principalmente, por nuestra participación en el mercado.

 

Ahora bien, existen mercados, más bien todos en un momento u otro, en los que ganar participación es muy difícil, cuando no imposible, a costa de quitárselo a nuestros competidores. Esto es más acentuado cuando hablamos de mercados regulados de alguna manera, como por ejemplo el mercado de las comunicaciones, o el del petróleo, o el farmacéutico; donde las grandes compañías suelen tener copado el control del mercado.

No se trata más que de una de las patas de la «MATRIZ DE PORTER», la del «CONTROL DE LOS PROVEEDORES» , o incluso, a veces, la del «CONTROL DE LOS CLIENTES».

En este caso, si somos una empresa pequeña o que no tenemos ningún tipo de control sobre el mercado, o, lo que es peor, no tenemos ninguna ventaja competitiva, lo único que nos queda es encontrar la manera de HACER MÁS GRANDE EL PASTEL, creando nuevas prestaciones, nuevas formas de comercialización, nuevos usos del mismo producto, etc, en definitiva INNOVANDO. De este modo, los competidores fuertes no se meterán con nosotros, puesto que ellos tendrán más ventas, y por el contrario nosotros podremos tener una mayor parte de ese nuevo pastel, con lo que habremos incrementado nuestra participación en el mercado y habremos crecido afianzando nuestra posible situación futura.

 

¿QUIERES VENDER?

José A. Navarro

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Hoy quiero tratar un problema que me suelen poner los comerciales, especialmente cuando van a concertar entrevistas, o cuando intentan vender por «telefono».
ATENCION.- ¿a alguien le han vendido algo alguna vez por telefono?
Debemos partir de que no estamos hablando del mal llamado “telemarketing”, que no se muy bien que es, ni a que se refieren los vendedores cuando dicen este “palabro”.
Es precisamente ese el problema; se suele entender como telemarketing a la venta telefónica, o sea, lo que ya he dicho muchas veces que no hay que hacer “NO HAY QUE MOLESTAR A LOS FUTUROS CLIENTES”.
El problema con el que se encuentran los vendedores, o los departamentos de venta interna, es el de tratar de vender en la llamada telefónica algo mas que la propia visita.
Si cuando tratamos de concertar la visita le explicamos al cliente de que se trata, con pelos y señales, lo mas normal es que este nos diga, o bien que no le interesa nuestro producto, o que “esta servido”, con lo cual  se ha terminado la llamada y no hemos concertado, y lo que es peor, no podemos volver a llamarle.
Hay que partir de la base de que la única forma de que el cliente se interese por nuestro producto o servicio, es que de satisfacción a alguna de sus necesidades; por tanto, si no descubrimos su necesidad, como la vamos a satisfacer. Esto solo se puede hacer con la entrevista personal, por tanto, vendamos por teléfono SOLO LA ENTREVISTA.
¿Cómo?
La llamada telefónica debe tener tres fases:
–          presentación.
–          Desarrollo.
–          Conclusión y despedida.
 
Se debe tratar de utilizar el menor tiempo posible, y teniendo previstas las respuestas a las posibles objeciones, sin olvidar que el objetivo es conseguir la entrevista.
Tras una presentación de la empresa y de nosotros mismos “Mi nombre es Jose A. Navarro y le llamo de N&N Consultores S.L.”, pasamos inmediatamente a exponer el motivo de la llamada, sin extendernos en el mismo:
“el motivo de mi llamada es para solicitarle una entrevista personal para hablar de nuestros servicios”
A continuación aparecerán las objeciones del interlocutor…..
 ¿De qué se trata?
Ese es “precisamente” el motivo de mi llamada, hay muchos detalles que como Usted ya sabe son imposibles de tratar por teléfono… En realidad, puedo explicárselo más rápidamente en persona que por teléfono
No, no me interesa
Es natural Sr…, yo en su lugar también diría lo mismo sobre algo que no se ha tenido la oportunidad de conocer, y ése es “precisamente” el motivo de mi llamada
Ya tengo, estoy servido
Ya suponía que actualmente estaban utilizando un producto/servicio similar al nuestro Sr…, pero si me lo permite de este modo podrá disponer de información al día y conocer todas sus  alternativas
Estoy muy ocupado
Ya me hago cargo Sr…, de lo ocupado que está Usted y ése es “precisamente” el motivo de mi llamada, solicitar una entrevista profesional que durará unos… minutos y no ocupar su tiempo con visitas inesperadas
Envíeme información
Desde luego que podría enviarle información detallada Sr…, pero aparte de ser una comunicación general ¿qué mejor comunicación que la exposición personal estudiando conjuntamente con usted el producto/servicio para ajustarlo a su medida?
Estos son algunos ejemplos de lo que nos pueden decir. Lo importante es tratarlos siempre con amabilidad, y sin olvidar el objetivo de la llamada, que no es vender nada, “SOLO LA VISITA”.
No insistamos cuando el cliente se cierra en banda y no permite la visita; no hemos hecho bien nuestro trabajo y el posible cliente no tiene porque pagarlo. No hagamos como las empresas de telefonía.
A continuación acordamos día y hora y damos las gracias. ¡Conseguido¡
Si se entrena esto, los vendedores verán como empiezan a concertar sus visitas de una manera efectiva.
Y sobre todo, lo que decían nuestros mayores “TRATEMOS A LAS PERSONAS CON EDUCACIÓN”.
¿Quieres vender?
Jose A. Navarro
www.nnconsultores.com

Hoy quiero tratar un tema sobre el que los departamentos comerciales de las empresas pueden trabajar y que, seguramente por no tener una vision clara del negocio , no lo trabajan. Se trata de …..
“Encontrar oro”.
¿Cómo?
Evidentemente, mediante la prospección de mercado.
¿Dónde? En los listados de la empresa. La empresa tendrá un histórico, probablemente, de años anteriores, donde estará lo que los clientes compran, y lo que es mas importante, lo que podrían comprar, o sea, las oportunidades de negocio.
En una tienda de ropa, o de calzado, o de fruta, los clientes deberían estar en una base de datos, ¡si, si, se puede!, mediante, por ejemplo, las tarjetas de fidelización. En esta base de datos deberían estar sus hábitos de compra, y, de nuevo, las oportunidades de venta futuras.
¿Dónde mas?.- En listados de organismos, anuarios comerciales, ferias, revistas, Internet,…y los propios clientes. ¿Por qué no le podemos pedir a un cliente satisfecho que nos recomiende? Hay que hacerlo.
En casi todos los casos de empresas, por no decir en todos, en la propia historia de la empresa esta escondido “EL ORO”.
¡CUESTA SIETE VECES MENOS RECUPERAR, O VOLVER A ACTIVAR, A UN CLIENTE QUE HACER UNO NUEVO!
Una vez contamos con este listado de clientes, hay que clasificarlos por tipos, lo que denominamos la clasificación ABC.
Esta clasificación se debe realizar por potencial de compra; lo que nos podría comprar, no por lo que ya nos compra.
Una vez tenemos estos clientes clasificados por POTENCIAL ABC, les vamos a dar el tratamiento que se merecen, visitándolos, haciendo una campaña especifica para ellos, con cuñas de radio ó prensa, etc. ; pero eso si, de forma diferenciada para cada uno de estos tipos. No podemos dedicar el mismo tiempo y recursos a un cliente que nos puede comprar 1000 que a uno que, como mucho, nos puede comprar 10. No dejaremos de atender BIEN a ninguno de ellos, pero la forma será diferente puesto que el objetivo también es diferente.
En esto nos ayudará mucho el tener una ficha de cliente en la que tendremos los datos relevantes de cada cliente, datos que habremos conseguido, bien a través de las visitas o por los demás medios, encuestas, referencias, tarjetas de fidelización, etc., y, sobre todo, donde estará el tipo de cliente que es A, B, ó C.
A esto nos referíamos cuando decimos que podemos encontrar “ORO”, muchas veces sólo basta con conocer bien a nuestros clientes, y aprovechar BIEN todas las oportunidades que nos brindan. Incrementaremos las ventas y, lo que es mejor todavía, los márgenes, las ganancias.
¿Quieres vender?, ¿Quieres encontrar oro?
 
Jose A. Navarro Borcha
www.nnconsultores.com

Entre las diferentes posibilidades a las que una empresa puede optar a la hora de dirigir a sus empleados, podemos encontrar la «Dirección por tareas», la «Dirección por competencias» y la «Dirección por objetivos».

A la hora de poder aplicar una de las posibilidades anteriores hay que tener en cuenta el diferente grado de necesidad de la empresa en función del perfil del cliente, y el diferente grado de formación que tienen los trabajadores para el desempeño de ese objetivo.

Hablando de departamentos comerciales, lo primero que la empresa deberá tener constatado es el perfil de sus clientes objetivo y cuales son las necesidades de estos clientes, para, a continuación, comprobar si las competencias de los vendedores están de acuerdo con la necesidad de la empresa y de los clientes. Una vez establecidas estas necesidades, tanto de los clientes como de los vendedores, se pasará a potenciar las capacidades actuales y a desarrollar las necesidades formativas, de modo que puedan asumir las competencias necesarias.

Hasta aquí, parece que estemos hablando de «Direccion por competencias» y no de «Direccion por objetivos», como dice el titulo de este post. Verdaderamente a los vendedores se les debería dirigir por competencias, pero, dado el bajo nivel general de los conocimientos de los mandos intermedios, y del desconocimiento de las herramientas necesarias para tal fin, la «Dirección por objetivos» se presenta como la mejor alternativa para la empresa.

Los mandos intermedios si que son capaces (en general) de definir un objetivo, que deberá contar con todos sus apartados; Cuantificacion, jerarquia, medición, temporalidad y reto, tanto cuantitativo como cualitativo.

Esta formula es mas fácil de aplicar y, sobre todo, de controlar. Con una simple tabla excel (mas o menos compleja), unida a informes en Word, se puede trabajar sobre una Dirección por objetivos y se puede estar en todo momento teniendo el control de la situación, pudiendo corregir las desviaciones al momento, o en el plazo que se haya programado.

Una vez tenemos implantada la «Direccion por objetivos» y funcionando normalmente, ya podremos pasar a otros tipos de Dirección, pero la empresa habrá logrado trabajar en los objetivos estratégicos que ha designado para atender a sus clientes, lo cual le dará tranquilidad, regularidad en las ventas, e ingresos acordes con la inversión.