BUSCANDO LA VENTAJA COMPETITIVA

Una ventaja competitiva es aquello que tiene la empresa, que le sirve para generar o  incrementar su negocio, y que no puede ser alcanzado, al menos en el medio y largo plazo, por su competencia. Así, una ventaja competitiva puede ser una patente, un producto o servicio en exclusividad o una concesión administrativa , por poner algunos ejemplos, y siempre que legalmente este permitido.
Las empresas tienen como una de sus obligaciones estratégicas encontrar esa o esas ventajas competitivas que le permitan diferenciarse de la competencia y mantenerlo en el tiempo, mientras se consigue encontrar otra y antes de que la competencia también la pueda conseguir.
Una de las mejores formas de encontrar esa ventaja competitiva es invertir en I+D, como diferenciador de conocimiento y generador de beneficios para la empresa a lo largo del tiempo. No obstante , cualquier competidor del mercado también puede alcanzar un desarrollo de producto o servicio , a través de I+D, que le permita posicionarse igual o parecido que el otro competidor, con lo cual habrá desaparecido la ventaja competitiva o, al menos, se habrá igualado y serán dos los que podrán actuar con esas ventajas. En el mercado actual esas ventajas serán alcanzadas muy pronto por los demás competidores, con lo que habrá dejado de ser una ventaja competitiva, ya que estará al alcance de todo el mercado.
Bajo mi punto de vista existe una ventaja competitiva al alcance de las empresas, la cual, a su vez, lleva incluida otra ventaja interna que también la hace diferenciarse de la competencia. Son por tanto dos ventajas competitivas, una dentro de la otra, que las empresas no saben ver o, al menos , no tienen consciencia de lo que les puede aportar. Esta ventaja competitiva es LA PROPIA EMPRESA, puesto que cumple con todas las premisas de la definición; es creadora de beneficios que se pueden mantener en el tiempo y que no puede ser alcanzada por la competencia, salvo que esta la compre.
Claro que la competencia también puede alcanzar «su» ventaja competitiva en ella misma, pero siempre será diferente. La cuestión está en cuanto de diferente es cada una de las empresas, y esto, siempre, a los ojos de los clientes.
La otra ventaja competitiva, que está dentro de la propia empresa y que supone otra ventaja en si misma, son sus empleados, y en especial (pero no solo) sus vendedores. En efecto, este es otro punto que la competencia no tiene, puesto que son de esa empresa, y que no podrá alcanzar la competencia a menos que se los compre. En el quehacer de las empresas está el que esos empleados , vendedores, sean diferentes, mejores y que aporten mas beneficios, y, a su vez, que no tengan necesidad de marcharse a la competencia puesto que en ese caso habría perdido la ventaja competitiva y la habría ganado la competencia. Aquí aparecerían las políticas de formación, planes de carrera, retribución y Dirección por objetivos y , en definitiva, desarrollo profesional y humano de los empleados por parte de la propia empresa.
Si las empresas son capaces de conseguir valorizar estas dos ventajas competitivas, que existen en todas las empresas, habrán conseguido la ventaja que las hará perdurar en el tiempo y conseguir siempre mayores beneficios; véase el caso de empresas que todos conocemos, como Google, Apple, Coca Cola, Microsoft, Mercadona, El Corte Ingles, etc., todas tienen sus ventajas competitivas en la propia empresa y en sus empleados.
Y tu, ¿Quieres vender?.
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