No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, ni tampoco la más inteligente. Aquella que sobrevive es la que se adapta mejor al cambio.” Charles Darwin dijo esto hace más de 100 años, después de estudiar varios animales y las adaptaciones al entorno natural en el que vivían, especialmente pinzones – los que comían nueces y frutos de cáscara tenían un pico duro y en forma de cuña; los que comían hormigas y otros insectos pequeños, un pico largo y fino; los que comían fruta tenían un pico con pequeños dientes que les permitían ‘morder’ trozos pequeños.
El mundo empresarial no dista mucho de la naturaleza, y muchos son los que más que ‘mundo’ lo llaman ‘jungla’, reflejando lo indómito de los ámbitos empresariales, los peligros que constantemente acechan. Pero antes de entrar en materia, un poco de contexto: a la fecha de este post (el último cuarto del 2020) nos encontramos en una situación de crisis por la pandemia del COVID-19. Por ello, el mundo entero se ha puesto patas arriba tratando de prevenir, tratar y contener brotes – con diversos resultados.
La sacudida en el mundo empresarial ha sido increíble: mientras que algunas empresas se han montado en el dólar con los cambios acaecidos, otras se han abocado a la ruina casi inmediatamente, y otras sobreviven con mayor o menor éxito. Pero ¿porqué unas empresas sobreviven mejor que otras?
La palabra clave es adaptabilidad. La capacidad de adaptación, más pronto o más tarde (pero preferiblemente pronto), es lo que puede determinar la supervivencia de un negocio. No solo por una situación de crisis total como puede ser la que se está viviendo: como se dice, la jungla empresarial es un entorno indómito y siempre cambiante, en continuo movimiento, donde el que mejor se adapta a los obstáculos y oportunidades que aparecen es quien resulta victorioso.
Un ejemplo de ello es la concienciación ecológica de las ciudades europeas. La imposición de restricciones a vehículos de determinada hechura y por sus emisiones, muchos de ellos alimentados por diésel, han hecho que surjan empresas de alquiler de motocicletas eléctricas. Una de las multinacionales más ubicuas y con mayor conciencia ecológica (Acciona) fue de las primeras en reconocer la oportunidad que se empezaba a plantear, y a partir de ahí fueron saliendo copias y alternativas.
En el caso de la alimentación y debido a las restricciones por la situación sanitaria del 2020, muchos locales no supieron hacer frente a lo que se venía encima. Sin embargo, hubo ciertas empresas que siguieron a flote, de forma relativamente tranquila. ¿Quiénes? Las pizzerías. No hablamos del restaurante italiano / trattoria, sino de la pizzería de barrio que emplea repartidores en moto. Hay un proverbio chino que reza “cuando el sabio señala la luna, el necio mira al dedo.” Algunas empresas reconocieron la alternativa, y adaptaron su forma de trabajar a los tiempos que corrían: ofrecieron sus menús para llevar o para entregar, mientras no pudieran abrir sus salones; otros, por cualquier motivo, no pudieron o no supieron realizar esta adaptación, y se quedaron mirando al dedo en vez de a la luna.
El último ejemplo del que vamos a hablar es el de los teléfonos móviles. Parece que queda muy lejano el día que Steve Jobs introdujo el nuevo iPhone, con una pantalla táctil que se usaba con el propio dedo (“¿quién necesita un stylus (puntero)?”, dijo entre aplausos y vítores), allá por el 2004. Y el mundo de la telefonía cambió por completo. Enseguida, todos los fabricantes se lanzaron a copiar o adaptar sus terminales al nuevo estándar de telefonía, y Samsung empezó a liderar la competencia, con el sistema operativo de Google “Android” que le hacía la contra al nuevo iOS de Apple. Y así, las compañías de móviles que todos conocíamos y usábamos – Nokia, Motorola, Blackberry, fueron quedándose atrás para ser relegadas por estos nuevos terminales, incapaces de hacer frente a tal innovación sin caer en el plagio. No fue hasta casi 10 años después que empezaron a resurgir – pero no volvió a ser lo mismo para estas compañías.
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Ignacio Navarro es colaborador en el departamento digital de N&N Consultores desde hace más de 5 años. Puedes seguirle en Twitter: @inavarro1138; o conocerle en Linkedin: ignacionavarromallach
